Está, pero no está. Entrena, pero no juega. Es jugador de Boca, pero está marginado. Marcos Rojo vive uno de los momentos más incómodos desde que llegó al club, y todo parece indicar que su relación con el Xeneize está rota. Pero sigue. Se entrena con el plantel, comparte la rutina con sus compañeros e incluso lo hace bajo las órdenes de Miguel Ángel Russo, el mismo DT con quien discutió en Estados Unidos en medio del Mundial de Clubes.
Dentro de un clima fuerte y muy pesado, Rojo eligió otra vez decir lo suyo sin hablar: lo hizo con una publicación que no pasó desapercibida. Dos fotos suyas entrenando en Boca Predio. Y un detalle que llamó la atención: la canción que acompañaba esas imágenes.
“Sin la ayuda de ustede’ yo progresé / Cuando me bendicen no puede ser / Dio’ me bendice, pero Lucifer / ‘Tá buscando que yo pierda la fe…”, dice un fragmento de Cuando Me Ven, el tema de Mike Towers que usó Rojo para musicalizar un posteo que abrió muchos interrogantes. Es que no hubo nombres propios, pero el mensaje quedó ahí, como una picante indirecta a su actualidad.
¿A quién iba dirigido? ¿Al club? ¿Al técnico? ¿Al Consejo de Fútbol? ¿A Estudiantes? Las opciones sobran. Lo concreto es que Marcos no está cómodo, y ya lo había hecho saber en la charla subida de tono que tuvo con Russo, cuando le habría dicho que no estaba a gusto y el entrenador lo invitó a buscar una salida.
LA FRASE DE MARCOS ROJO TRAS SER BORRADO POR RUSSO DEL PLANTEL DE BOCA
Pero no es tan simple. Rojo tiene contrato vigente hasta diciembre y no llegaron ofertas concretas. Boca fue claro: si quiere irse, deberá traer una propuesta que le deje algo al club. Si no, se queda. Mientras tanto, se entrena como uno más, pero sabiendo que no será tenido en cuenta.
Tampoco es la primera vez que habla en código: ya había posteado imágenes relacionadas con Estudiantes cuando sonaba su vuelta, y hasta jugó con fotos del clásico rival, algo que en La Plata no cayó bien. Incluso usó sus redes para dejar en claro que no jugaría en Gimnasia, en medio de rumores que en su momento surgieron.
Hoy, Rojo camina una delgada línea. Adentro del club, pero afuera del equipo. Presente en los entrenamientos, pero ausente en los planes. Y con las redes sociales que, cada tanto y en los momentos donde parece tener algo atragantado, dicen más que cualquier conferencia.