En agosto la inflación minorista fue 1,9 por ciento, según la medición de Indec. El dato igual al del mes anterior y sorprendió a los analistas que esperaban refleje un mayor impacto en precios, de la devaluación ocurrida durante julio. La deflación en los alimentos estacionales ayudó a mantener la inflación a raya, mientras que se aceleró la conocida como inflación “núcleo”: luego de cuatro meses consecutivos a la baja, trepó un 2 por ciento. En el acumulado del año los precios subieron 19,5 por ciento mientras que en el último año la inflación fue del 33,6 por ciento.
La inflación, sin embargo, no dejó de ser un problema para los argentinos, que no pueden comprar sin revisar los precios: repasan una y otra vez los valores en las góndolas de supermercados o los negocios minoristas para no gastar de más. Porque aunque los precios suban a un ritmo menor que con el gobierno anterior, la plata todavía no alcanza. La inflación en la era Milei continúa siendo un problema aunque haya aumentado 1,9 por ciento en agosto, el tercer valor más bajo en lo que va del año y a contramano del promedio de las consultoras privadas que la proyectaban entre el 2 y 2,3 por ciento. El rubro que los analistas miran con lupa es el de Alimentos y bebidas –por ser el más sensible a la suba del tipo de cambio y a su vez el de mayor incidencia en el IPC- pero en el octavo mes del a}o se incrementó menos que el promedio: 1,4 por ciento mensual.
Las consultoras habían estimado un aumento en Alimentos y bebidas no alcohólicas de entre 2,3 y 2,5 por ciento. El dato oficial fue mucho menor: casi un punto abajo, lo que hace a una diferencia considerable. Es que el dólar subió 7 por ciento en la última semana de julio y se descontaba un impacto sobre los precios domésticos en el octavo mes. Si bien ese pass trough cambiario no tendría el calibre de experiencias anteriores, en parte porque la economía está en recesión y las empresas piensan dos veces antes de subir los precios. Pero según los datos oficiales de Indec, en agosto la inflación en el rubro de Alimentos y bebidas fue menor que en julio (cuando marcó 1,9 por ciento).
Los alimentos que más aumentaron fueron los frescos: el tomate (16,2 por ciento), el limón (13,2), banana (9,3), la naranja (4,4) y manzana (4 por ciento). También aumentaron la gaseosa en base cola (3,6 por ciento), el pan de mesa (4,4), las hamburguesas congeladas (3,3) y el pan francés tipo flauta (2,7). En tanto se registraron variaciones negativas en la lechuga (20 por ciento), harina de trigo (3,9), arroz blanco (2) y huevos de gallina (1,5 por ciento).
Con estos datos, la inflación promedio acumula un alza del 19,5 por ciento en lo que va de 2025.
Se aceleró la núcleo
Un dato llamativo que presentó el organismo de estadísticas oficial es la evolución de la inflación «núcleo», que alcanzó 2 por ciento en el mes, trepando 0,5 puntos respecto del registro de julio y luego de una tendencia a la baja en los últimos cuatro meses. Ese cálculo sirve de referencia para el equipo económico pues no está influenciado por variaciones estacionales de precios ni tampoco por el comportamiento de los regulados. Es la inflación objetivo de la política económica y se aceleró con fuerza.
Los otros componentes del IPC evolucionaron de la siguiente manera: los precios «estacionales» tuvieron una deflación de 0,8 por ciento; se trata principalmente de frutas, verduras y ropa con comportamientos ocasionales a la baja. En tanto, la inflación en «regulados» se aceleró y anotó 2,7 por ciento de aumento: 0,4 puntos por arriba del mes anterior. Los regulados incluyen las tarifas de los servicios públicos, de la salud, el transporte, la educación y los cigarrillos, que subieron fuerte en el mes.
En conclusión, la inflación núcleo estuvo más cerca de las proyecciones de las consultoras privadas que el promedio del IPC, y marcó un 2 por ciento. Mientras que los regulados se acercaron a la marca del 3 por ciento y los estacionales tuvieron deflación. En el año, la inflación núcleo y los regulados acumularon un alza del 20,8 y 20 por ciento respectivamente, mientras los estacionales subieron la mitad: 10,2 por ciento.
Más que 3 por ciento
Irónicamente, el número más temido para Javier Milei es el 3 por ciento. Son tres también, las divisiones del IPC que superaron esa marca en agosto: Transporte, +3,6 por ciento, impulsado por los valores de los vehículos 0km y el precio del combustible; en segundo lugar Bebidas alcohólicas y tabaco, +3,5 por ciento, debido a la suba de los cigarrillos, y el tercer puesto fue para Restaurantes y hoteles, +3,4 por ciento.
Otras divisiones que treparon por encima del promedio de la inflación fueron: Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles +2,7 por ciento; Educación +2,5 por ciento, y Bienes y servicios +2,2 por ciento. En tanto, en sintonía con el promedio se ubicó el rubro de Comunicación con +1,9 por ciento.
Por debajo del nivel general se posicionaron Salud con +1,7 por ciento, Alimentos y bebidas no alcohólicas con +1,4 por ciento, seguido por Equipamiento y mantenimiento del hogar con +0,9 por ciento, y Recreación y cultura con +0,5 por ciento. En tanto, la división de Prendas de vestir y calzado anotó una baja del 0,3 por ciento, en línea con el fin de temporada y las ofertas en los negocios para liquidar el stock.