Uno de los momentos de mayor preocupación para la Selección argentina en el primer tiempo del partido frente a Bolivia ocurrió cuando Alexis Mac Allister recibió un duro manotazo en la cara. Por algunos instantes se temió que el mediocampista del Liverpool no pudiera seguir en cancha.
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A los 23 minutos, con el marcador 0-0, el campeón del mundo fue a pelear una pelota con Gabriel Villamil. El boliviano le propinó un golpe en la boca al argentino, que quedó tirado con evidentes muestras de dolor.
En el banco de suplentes argentino, Pablo Aimar -ayudante del entrenador Lionel Scaloni, revisó la jugada en su tablet. Las cámaras de la TV mostraron el momento justo en el que les indicaba a sus compañeros que había sido un golpe con la mano abierta, que no era para expulsión.
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Finalmente, el árbitro uruguayo Esteban Ostojich le mostró la tarjeta amarilla a Villamil, que segundo después dejó la cancha: fue reemplazado por Moises Villarroel.